¡Sé lo que estás pensando! ¿Sientes que este documento ya no es necesario porque has proporcionado suficiente información en tu currículum, ¿verdad? ¡Lo siento! Hoy en día, sigue siendo un documento de gran valor que ayuda al/a la reclutador/a a saber más sobre tu interés por el puesto y la empresa, y que da muestras fehacientes de tu capacidad de comunicación o de tu personalidad.
Así pues, conviene reforzar que la carta puede ser tan importante como el currículum, de hecho, muchos/as empleadores/as exigen cartas de presentación como parte del proceso de solicitud de empleo. Sin embargo, incluso cuando un/a empleador/a no solicite explícitamente una carta de presentación, te recomiendo enviarla.
Una buena carta de presentación puede hacer que tu solicitud destaque entre la multitud, pero ¡ojo! siempre y cuando se personalice debidamente y sea corta, ordenada, clara y directa con el propósito deseado.