Los formatos clásicos o estándares son CV muy simples y sencillos que cumplen a la perfección el objetivo de dar a conocer tu perfil profesional a un/a potencial empleador/a. Como sabes, son formatos con fondo blanco, con colores neutros y textos con fuentes muy amigables para facilitar la lectura y su interpretación, algo que los reclutadores adoran a la hora de analizar los currículums.
“Apenas 6 segundos bastan para que un/a reclutador/a decida leer tu CV o descartarlo del proceso.”
De todas formas, mi consejo es que no dejes morir tu currículum ¡conviértelo en un currículum moderno! que contenga todos los aspectos que esperan los/as reclutadores/as en la actualidad, porque esto hará que aumentes tus posibilidades de entrevistas.
Los CV modernos también son muy fáciles de leer y responden a la perfección a las necesidades de quien los lee gracias a que son gráficamente más creativos y agradables, lo que favorece todavía más la lectura e interpretación de la información por parte de los/as empleadores/as.
Estos se diseñan con una combinación perfecta entre contenido y estilo, utilizando cabeceras más llamativas, iconos e información de RRSS, barras de progreso para tus skills, imágenes de fondo, uso equilibrado de la paleta de colores, elementos gráficos, etc. Son una estupenda manera de demostrar tu personalidad y tu estilo particular.
¿No habíamos dicho que el objetivo nº 1 es destacar sobre la multitud? Aquí tienes un motivo más.